Cigüeña

Las personas, millones de mundos paralelos con puertas que dan a parar de uno a otro. A veces se tienen las puertas abiertas, otras veces cerradas. Rara vez entreabierta. Entra gente en nuestra vida, entramos en la vida de las personas. En ocasiones para quedarnos para siempre, otras veces para echar un rato agradable. Son esas ocasiones cuando merece la pena tener la puerta abierta, pero dejar la puerta de par en par tiene inconvenientes. El más destacabale, que de vez en cuando entre algun interesado en refugiarse en nuestro calor cuando en su vida hace frío, nieva. Pero cuando vuelve el primer rayo de sol, emigra como las cigüeñas hacia un nuevo lugar donde hacer su nido. Cada vez que hace frio en su mundo, vuelve a nuestro calor, y no se percata que hay diferencias entre una vez y otra. Cada vez para entrar tiene que mover más la puerta, porque ya no está de par en par. Y claro, terminará por cerrarse, y una vez cerrada, hay que buscar la llave y con suerte la encontrará, pero puede que la cerradura no sea la misma, y esa persona se vuelva a su mundo helado en busca de un nuevo nido donde ir cuando las cosas se ponen feas.
Al fín y al cabo, porque estar en un mismo sitio, si sabes que tienes dos sitios donde estar y dependiendo de las circunstancias de uno, te mudas al otro para estar siempre al cobijo de un techo y una chimenea que da calor...