Dejarme Llevar

Oscurece en mi mundo. El ocaso llegó. Aparece una niebla espesa de repente, apenas puedo ver más allá de mis pupilas. Acudo a la aplicación linterna de mi movil, pero no sirve de nada. Por primera vez en mi vida, me veo obligado a dejarme llevar, avanzo a paso ligero, pero firme, seguro de mi mismo a pesar de no ver a donde me dirijo, a pesar de no ver los peligros que seguro me acechan a mi alrededor. Avanzo decidido hacia la nada, en busca de mi mismo. Quien me iba a decir que dejandome llevar acabaría por encontrarme a mi mismo. Por fin se fue la niebla, veo mas nitido que nunca, lo veo todo cristalino. Por fin veo lo que puedo llegar a ser, y lo que soy ahora. Ahora si, puedo ver lo que fuí, mis vestigios, algunas detestables, otros adorablemente perdidos. Puedo ver en que personas malgasté mi tiempo, y a cuales les dediqué un tiempo merecido, y quizás escaso, porque hubiera merecido más. Otras sin embargo ni fú ni fa, están sin más, por desinterés a veces mio, a veces de ellos, o incluso, de ambos. Pero están. A pesar de todo, hasta el tiempo que hoy veo malgastado, si volviera atrás volvería a hacerlo igual. Porque sin más, ese, este y aquel, soy yo.