Mi casa no es demasiado vieja, aunque ya tiene algo de experiencia, nada comparable con lo que le queda por aprender y por ver. No es la casa más bonita, ni la más grande, ni la más lujosa, pero es mi casa, son mis paredes, es el aire que llena el espacio lo que la hace mia.
La casa está vacia, solo vivo yo. No hay muebles, solo el aire que la llena.
Mi casa necesita vida, necesita sentirse un hogar.
He mentido cuando dije que solo la habitaba yo y el aire. Hay un marco de fotos.
Es un portafotos envidiable, color plata de una forma muy elegante, pero está vacio. Le falta lo más importante, la foto. Aún tiene la cartulina negra de fondo, porque ese portafotos espera, al igual que la casa, tener a alguien con quien mostrar lo que verdaderamente es.
Ese portafotos espera encontrar la foto adecuada para dar lo mejor de sí mismo. Esa foto de ese día tan maravilloso que algun dia compartiremos tú y yo.

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