El 'Guernica' fue testigo

A la desesperada me hayo escribiendo esta carta, para rogarte que no te vayas. No así. No tires por la borda tanto tiempo de complicidad, risas, miradas fugaces, confesiones escondidas... No las tires, te lo pido por favor. Piensalo bien, ¿realmente merece tanto la pena como para destruir todo cuando construimos? ¿De verdad es tan maravilloso como para borrar de un plumazo los recuerdo? Recurda nuestro último encuentro, por favor. Recuerda ese día en el 'Reina Sofía'. Ahí estabamos, los dos, disfrutando juntos entre tanto arte, con el guernica por testigo... No lo borres, por favor. Vamos a darnos una oportunidad, los dos. Por ti, por mi. No digo que esa persona no merezca la pena, pero es imposible que te vaya a querer tanto como yo. Imposible. Te lo puedo asegurar. Te lo he demostrado en multitud de ocasiones, a pesar de la distancia, ahí hemos estado firmes. Si finalmente decides seguir, lo entiendo. Pero sé que volverás, lo sé. Porque esta historia no puede tener este final, no así. No lo merecemos. Piensalo bien, mira en tu corazón. Yo estaré esperando, aunque no se por cuanto tiempo podré hacerlo. Mientras tanto, te seguiré buscando en los rincones de mi memoria donde fuimos felices. O al menos, yo lo era. No te preocupes, mis recuerdos contigo no se borrarán tan facil... Pero ten cuidado, por que la cabeza es capaz de modificarlos, cambiar el color y el fondo, para hacer que duelan menos. Y si eso ocurre, no habrá vuelta atrás, porque nada será lo mismo. Por favor, piensalo, solo te pido eso. Te lo pido aquí porque me falta el valor para hacerlo directamente, no creo que pudiera resistir un nuevo envite. Seguiré esperandote frente al Guernica, por siempre, aunque ya nunca veré con los mismos ojos tal obra, porque ese dia la hicimos sin saberlo nuestra. Y eso sí que es indeleble.