Tesoros escondidos

Todos tenemos tesoros que proteger, tesoros muy valiosos. Son tesoros de valor incalculables, de un corazón inmenso, dispuestos a morir por nosotros. Digo estoy porque no hay mayor tesoro que el amor de una madre, el amor más incondicional que la humanidad ha visto en todos los años que poblan nuestro planeta, jamás una persona dio tanto por otra. Jamás igualará nadie el amor de una madre por su hijo. Y esto no es exclusivo del ser humano, en todas las especies las madres cuidan de sus crias, la protegen y dan su vida por ellas.
Por eso todos debemos dar las gracias, sea la circunstancia que sea, a nuestra madre. Tan solo por el simple hecho de darnos la vida, en el caso más triste, y en un caso normal además por compartor con nosotros tantos momentos y confidencias que solo ellas saben. Por aguantarnos todos los días, dias buenos y malos, porque muchas veces pagamos el enfado con ellas, y ellas ahí estan, dandonos la mano para levantarnos, ofreciondonos su hombro donde poder llorar, dandonos ese beso de buenas noches que hace que todos los fantasmas se vallan. Por eso y por todo lo demás, GRACIAS MAMÁ.